Tus personajes pueden marcar un antes y un después en tu historia
Puedes tener una trama maravillosa, sorprendente, perfecta, pero si tus personajes no están bien construidos, todo el esfuerzo que has puesto en la trama no servirá para nada. Por otro lado, una novela con una trama poco potente puede salvarse si tienes unos buenos personajes que la sostengan. Y para construirlos aquí tienes unos puntos clave.
Muestra cómo son con acciones
Tendemos a presentar a los personajes haciendo una amplia descripción de cómo son tanto física como psicológicamente. En el apartado físico esta descripción puede ser aceptable, pero en cuanto a su personalidad lo mejor es que el personaje muestre esas características que le hemos dado. Si es valiente, en vez de simplemente decirlo, es mejor narrar un momento de valentía de nuestro personaje. De este modo el lector puede hacerse una idea real de cómo es. Además narrativamente le estarás dando más ritmo a la historia.
El personaje debe cambiar para simular realidad
Este es el mayor problema con el que nos encontramos en muchos personajes. No cambian. Esto funciona para determinado tipo de narraciones, pero en general lo mejor es ir haciendo que las situaciones que viven los vaya modelando. Por ejemplo, el Harry Potter que nos encontramos al inicio de la saga no tiene nada que ver con el del último libro. Y este cambio va más allá de la edad, todo lo que le va pasando le va forjando un carácter, va haciendo mella en él. Sin embargo, Miss Marple (uno de los personajes icónicos de Agatha Christie) es un personaje que no cambia, pero que funciona muy bien debido a la narración escogida para ella.
Nadie es bueno ni malo
Esta es una de las características que hará más real a vuestro personaje. Ni el protagonista puede ser buenísimo ni el antagonista malísimo, deben ser una mezcla de ambos en la medida en la que tu novela lo necesite. De este modo el lector puede empatizar con ellos y hará que tu novela les resulte más interesante.
Ficha de personajes
Antes de empezar a escribir lo mejor es que te crees una ficha con cada uno de los personajes de tu narración. Da igual si eres escritor de brújula o de mapa, estas fichas vienen muy bien para no perder de vista cómo son nuestros personajes.
Esta ficha deberá tener, por un lado, la descripción física de cada uno de ellos al igual que de su forma de ser. Aquí también sería aconsejable el escribir una breve biografía en la que sepamos de dónde viene ese personaje. Esto nos ayudará mucho a la hora de describir el comportamiento del personaje ante determinadas situaciones.
Práctica, práctica, práctica
Este último consejo lo podéis aplicar a cualquier aspecto de vuestra vida. Si queréis mejorar, lo único que tenéis que hacer es no tener miedo a equivocaros y practicar mucho. Tened en cuenta que lo malo no es equivocarse, lo malo es no aprender de nuestros errores. Por ello, para empezar a mejorar vuestros personajes lo mejor es que os hagáis una ficha, creéis los personajes y los pongáis en diversas situaciones para empezar a practicar.
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Si queréis profundizar más en el tema os recomiendo que leáis El viaje del héroe de Joseph Campbell.