Supongo que ahora mismo os estáis preguntando, ¿qué es eso de «lugares comunes»? Bueno es algo que me enseñó uno de los mejores profesores que tuve en la Universidad y al que debo mucho, pues fue quien me enseñó a organizar las historias. Es muy sencillo, simplemente lo que viene a decir es que no hay nada nuevo en el mundo de la literatura y del cine, en general por supuesto, y centrándonos en historias que se basan en la trama y no en sus personajes.
¿Qué significa esto? Que cada vez que un escritor comienza a hacer una novela de estas características se vale de unos «lugares comunes» a través de los cuales va a desarrollar su historia. Esto vale también para las películas y de hecho me voy a valer de ellas para explicároslo mejor.
Pongamos de ejemplo una película que en su momento tuvo mucha transcendencia y que a mucha gente le pareció muy innovadora, pero para nada. Me refiero a Matrix que sí fue innovadora en otras cosas pero no en la historia que cuenta y si lo pensáis un poco sabréis enseguida de dónde viene la trama original, si no lo habéis hecho ya. ¿Aún no lo sabéis? ¿Qué es Neo en la película? Era el elegido para acabar con la era de Matrix ¿Y en qué historia nos encontramos con un elegido? La biblia. Jesús era el elegido para salvar al pueblo de Dios. Pongamos otro ejemplo, Inteligencia Artificial, donde un niño robot trataba de encontrar al hada madrina. Aquí nos encontramos el mito de Prometeo, que entregó la luz a los hombres, y sin hurgar tanto todos los que la vieron se dieron cuenta enseguida de que no era más que el cuento de Pinocho contado de otra forma. De esta forma podríamos continuar y encontrando lugares comunes, no solo de las películas, si no también de los libros. En concreto y usando los dos lugares comunes que ya he utilizado, por ejemplo en Harry Potter nos volvemos a encontrar con el mito del elegido a parte de una forja del héroe (los diferentes lugares comunes se pueden mezclar para hacer una historia) y en Frankenstein encontraríamos de nuevo el mito de Prometeo.
Podéis coger cualquier novela o cualquier película (siempre que la trama esté basada en la acción de los personajes y no en sus relaciones) y encontraréis estos lugares comunes, por lo tanto, y aunque sea un poco desalentador, es muy complicado hoy en día hacer nada íntegramente original.