Una novela en la con una fuerte crítica sobre el impacto del ser humano en el medioambiente.
Colores en el viento
Marta Carballo Losada, Eduardo Nacarino Burgos (il.)
Detalles del libro
Editorial | EDICIONES SM |
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Edición | 1ª ed. (04/03/2021) |
Páginas | 232 |
Dimensiones | 23×15 cm |
Idioma | Español |
ISBN | 9788413189772 |
ISBN-10 | 8413189772 |
Encuadernación | Tapa blanda |
Colección | Gran angular, 380 |
Sinopsis
Zhivot es un colibrí: tiene alas, la piel cubierta de manchas y el poder de crear seres vivos y manejar los elementos. Pese a estar encadenado, vive en un prado con su amiga Tselibú y ambos son felices. Todo cambia cuando cuatro hombres lo despiertan y se lo llevan lejos…
Opinión
Colores en el viento no es una novela para mí. Me ha resultado demasiado sencilla, sin demasiados sobresaltos y demasiado lenta.
No es una mala novela, pero a mí me ha sabido a muy poco.
La trama de Colores en el viento
Como ya he dicho la trama de Colores en el viento me ha resultado demasiado sencilla. Cierto que empezamos en un mundo en el que hay muchos secretos que descubrir, pero enseguida todos saltan por los aires y el que compone la trama principal no resulta demasiado complicado de deducir qué puede ser.
No puedo contar mucho sin destripar algo que como podéis comprobar con la sinopsis parece que se quiere que sea una sorpresa. A rasgos generales, nos encontramos con un personaje que no sabe quién es, ni por qué está donde está al que un día raptan, o al menos eso es lo que parece. A partir de aquí de lo que se tratará es de descubrir quién es Zhivot y por qué lo dejaron encadenado en aquel prado. Aunque esto es algo que solo los lectores y Zhivot desconocemos. Hay algún contratiempo, pero he de reconocer que cuando empezaron a ocurrir estaba ya bastante desconectada de la novela además de que no conseguí empatizar con el protagonista, algo de lo que os hablo a continuación.
Los personajes
Creo que es lo que menos me ha gustado de esta historia sobre todo porque se da una incongruencia desde el principio que yo no he logrado entender. Esa incongruencia se da con el personaje principal. Y es que Zhivot es un personaje bueno de arriba abajo y eso ya de principio me parece un error. Entiendo la razón de hacerlo así pero tiene tan poco espíritu, tan poca personalidad que no pude empatizar con él. Y es que no siente curiosidad por quién es, por ese mundo que hay fuera, su conflicto no es el conflicto de la trama principal y eso ha hecho que se me atragantase el personaje. Puedo entender que la autora quisiera hacer el personaje así, pero le falta curiosidad, le faltan ganas de saber qué el lo que ocurre y eso lastra la narración muchísimo.
Después nos encontramos un puñado de personajes que llegamos a conocer tan solo someramente y que creo que el único salvable es William, y es precisamente porque tiene esa mezcla de bondad y maldad que necesitan los personajes para ser creíbles.
El estilo de Colores en el viento
A pesar de lo anterior el estilo me ha parecido bueno, sencillo pero lógicamente debido al público al que se dirige la novela.
Pero si hablamos del ritmo la cosa se vuelve a torcer. Es una novela lenta, sin ritmo, en la que determinados acontecimientos en vez de mostrarse se detallan en un monólogo interminable de alguno de los personajes, lo que ralentiza aún más todo. Donde todo parece acelerarse es al final, pero se simplifica y acelera tanto que sabe a poco o nada.
Es una novela que no me ha enganchado y en la que me he visto contagiada por esa apatía del personaje principal por saber quién era hasta que ya no tenía más remedio que enterarse. No es una mala novela, repito, pero no es para mí, a mí me gustan los personajes poliédricos y complicados y las tramas con algo más de chicha.
Por decir otra cosa buena, a parte del estilo, es el tema, esa crítica velada hacia nuestra propia realidad en la que el ser humano acaba destruyendo el medio en el que vive.
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