Revisando los lugares comunes

¿Está todo inventado?

erase una vez

Antes de empezar a meternos con cómo estructurar la novela, cómo crear nuestros personajes y demás creo que es importante saber de dónde podemos sacar ideas para nuestras novelas. Suele decirse que todo está inventado, y en gran parte es cierto. La gran mayoría de los escritores jamás escribirán nada novedoso, lo cual no significa que no vayan a escribir novelas interesantes e incluso obras maestras. Bebemos de fuentes antiguas a la hora de crear y eso hace que podamos encontrar estructuras parecidas en relatos de lo más variopintos. Aquí lo que entra en juego es la pericia del autor para hacer esa historia única.

Los lugares comunes no son más que estructuras mínimas de relato, que constan de un planteamiento, un nudo y un desenlace definidos, que pueden usarse como patrones narrativos para crear las historias y que, en cierto modo, usamos sin ser conscientes de ello. Esto sucede porque, en realidad, estas estructuras mínimas se encuentran en nuestra cultura y no es raro que cuando leemos novelas diferentes encontremos determinados puntos de encuentro.

Un ejemplo de esto son las historias de viaje, que puede ser tanto real y físico como interior. Pensad en Ulises que emprende un viaje de regreso a casa por poner un ejemplo o El guardián entre el centeno en el que podemos ver un viaje tanto interno como físico del personaje principal. A pesar de ser historias tan diferentes y de estar escritas en diferentes épocas, comparten una estructura narrativa.

Pero a parte de estructuras, estos lugares comunes puede tomar forma de personajes que simbolizan una pasión, una duda… por poner un ejemplo podría ser el personaje de Don Juan que con nombrarlo ya todos sabemos que si el personaje va a ser un Don Juan pues va a ser un rompecorazones. Tiene un guión preestablecido de cómo se va a comportar y además seguramente en la historia se le quiera dar un lección.

Como he dicho al principio, bebemos de fuentes antiguas por lo que para llegar a estas estructuras debemos remontarnos hasta los mitos, que de alguna forma serían los relatos más simples y los más antiguos. De hecho yo os animo a que penséis en mitos y busquéis libros en los que se trate ese tema.

Os pongo otro ejemplo, el mito de Prometeo que robó el fuego a los dioses para entregárselo a los humanos. Además, les enseñó cómo usarlo mejorando de este modo sus vidas, ya que este fuego es símbolo también del conocimiento y prosperidad. También hay una versión en la que es el propio Prometeo quien con barro y agua crea al hombre. Seguro que con esto ya os suenan novelas que traten sobre la creación de vida artificial o incluso también entraría aquí la inteligencia artificial. Un ejemplo muy claro lo tenemos en la novela Frankenstein de Mary Shelley, en la que se ve muy claramente las coincidencias con el mito. Seguro que se os vienen a la cabeza ahora mismo muchas más novelas con esta temática, y seguro que, si pensáis en más historias mitológicas, seréis capaces de encontrar más coincidencias tanto con novelas como con películas de cine, ya que no debemos olvidar que el cine está muy ligado a la literatura y que bebe de ella.

De este modo, debéis tener en cuenta que cuanta más mitología conozcáis, más lugares comunes, más historias seréis capaces de desarrollar valiéndoos de sus estructuras. Como veis al final os estoy recomendando lo mismo que en el primer artículo: Leer, leer y leer.

Os animo a que en los comentarios, además de hacerme todas las preguntas que queráis que yo os contestaré en cuanto pueda,  pongáis un mito y un libro cuya historia se base en el mismo.

Y enlazando con el principio, ¿creéis que está todo inventado? Yo creo que sí, o que prácticamente todo está inventado, es muy difícil hoy en día hacer algo totalmente original. Sin embargo, esto no significa que estemos haciendo copias. Por fortuna, cada persona somos diferentes y aun teniendo el mismo mito delante cada uno lo interpretaremos de una forma diferente y crearemos historias diferentes.

Os animo a que le echéis un vistazo a otro artículo que escribí hace tiempo en el que hablo de lo mismo aunque utilizo otros ejemplos 😉 : Lugares comunes.

Miles de besos!

Estrategias de guión cinematográfico, Antonio Sánchez Escalonilla.

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Cursos de escritura sí o no

¿Es necesario acudir a cursos de escritura para aprender a escribir nuestras novelas?


Hace unas semanas mencioné los cursos de escritura pero no profundicé en ellos, simplemente fue un apunte y hoy me gustaría hablar un poco más de ellos. Como podéis imaginar, y dado que esto es más o menos, o pretende ser, un curso a distancia para aprender a escribir, estoy a favor de ellos. Como ya dije también, yo no fui pero porque mi formación universitaria me dio los suficientes conocimientos para lanzarme a escribir.

Sin embargo, me encuentro mucho con mensajes de personas que se encuentran bastante perdidas, que no saben por donde empezar. Bueno pues tal vez este es otro de los aspectos que debéis tener muy en cuenta para empezar a escribir.

¿Qué tienen de bueno estos cursos?

Pues, a pesar de no haber hecho ninguno estoy segura de que al igual que este os va a enseñar estructuras para empezar a realizar vuestros manuscritos. Además, si os hacen escribir varios relatos durante el curso os ayudarán a varias cosas:

1- Empezar a desarrollar la capacidad inventiva. Yo soy de esas personas que no cree en las musas. Si bien es cierto que hay días en los que estás más inspirados que otros creo que la única musa es el trabajo. Sé que habrá escritores que lean esto y no estén de acuerdo conmigo, pero tras diez años escribiendo sé que si te pones día tras día delante de un folio en blanco, cada vez se hace más sencillo rellenarlo.

2- Nos puede ayudar a redactar mejor. Yo leo mucho tanto de autores de editorial como de autores independientes y me he encontrado, en ambos casos, redacciones mediocres que arruinan la historia. Hay que aprender a redactar, a formar bien las frases, porque, si no, la experiencia del lector leyendo tu novela puede ser terrible y por consiguiente no quiera volver a leer nada tuyo. Imaginad un texto sin comas, o con comas mal colocadas que hacen que el texto no se entienda.

Si bien es cierto que algunos de vosotros estaréis pensando que bueno para eso contratas a alguien y que te haga una corrección de estilo. A ver esto está bien siempre y cuando no tenga que modificar más del 50% del texto porque, si es así, lo que salga de ahí no será vuestra novela. La redacción me parece una de las cosas más importantes a la hora de escribir porque eso será lo que dé carácter a vuestra novela.

3- Estructurar la novela. Una novela debe tener un inicio, un nudo y un desenlace y cada una de sus partes tiene características especiales que os pueden enseñar en estos cursos. Yo me he encontrado con novelas que en su afán de ser sagas acaban siendo novelas incompletas, cojas que tienen un inicio y un poco de desarrollo.

Da igual el tipo de novela que estés escribiendo, si va a ser autoconclusiva o una saga debe tener esas tres partes. Por supuesto una novela que va a ser el principio de una saga no terminará igual que una autoconclusiva, pero debe tener un final en esa parte y luego tramas que queden abiertas para sucesivas entregas.

4- Si es un buen curso, debería añadir algún pequeño apartado sobre faltas ortográficas. Tu herramienta es la palabra y tienes que saber usarla perfectamente. Eso no significa que no tengas ni una sola falta ortográfica pero sí que tus textos estén lo más limpios posibles.

Me encuentro con muchos autores que se lamentan de sus faltas de ortografía, pero aún no me he encontrado a ninguno que haya decidido hacerle frente a su problema. Me parece imprescindible que un autor se preocupe por sus faltas de ortografía y trate de solucionarlas.

Además hoy en día, con internet hay muchas formas de aprender reglas ortográficas. Con una búsqueda en la red encuentras muchísimos sitios que te ayudan a mejorar en ese aspecto. De nuevo muchos estarán pensando ya en pagar a un corrector. Bueno pues os voy a decir algo que tal vez os sorprenda pero, siempre, siempre deberíamos tener un buen corrector que revise nuestra obra. Y esto no tiene nada que ver con que tengamos más o menos faltas, sino con que no somos perfectos y siempre se escapa algo, pero eso no nos exime de escribir bien. Es como una modista que no sepa bien coser o un cocinero que no sepa cocinar muy bien… Se pueden tener fallos, claro que sí, pero si es nuestro «trabajo» ¿no deberíamos saber desempeñarlo de la mejor forma posible?

En resumen

Creo que si estamos empezando, nos encontramos perdidos, no sabemos por donde empezar, estos cursos nos pueden dar una buena base. Yo no conozco cursos por lo que animo a aquellos que hayan hecho alguno, y les parezca bueno, lo compartan abajo en comentarios.

Por otro lado también creo que, para aquellos que estéis leyendo esto y digáis «Es que yo no puedo gastarme ese dinero», hay muchos libros que pueden serviros de guía. Así que os animo a que os acerquéis a vuestra biblioteca y busquéis allí manuales que puedan seros de ayuda.

Yo hoy os quiero recomendar una novelita que os vendrá muy bien para comprender muchos de los artículos que escribiré más adelante, y que a mí me encantó cuando la leí, se llama Si una mañana de verano un niño de Roberto Cotroneo. ¿Preparados para el curso?

Miles de besos!!

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