«Galernas» de Gabriel García Mingorance.
Editorial Atlantis. 1ªEdición 2011.
Ilustración de portada de Elena Rosillo San Frutos.
Es un escritor madrileño que desde muy pequeño sintió una gran atracción hacia los relatos, las historias de fantasía y misterio y por el cine. Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Rey Juan Carlos, cursó Estudios de Cine dentro del Doctorado de la Universidad, obteniendo la habilitación de investigador gracias a un trabajo sobre el cineasta M. Night Shyamalan del que, a mi parecer, tiene cierta influencia.
Galernas es un relato de fantasía y terror en el que un periodista, Martín Lera, es enviado a la Costa de la Muerte a hacer un reportaje. Estando en el tren de camino hacia Galicia escucha una extraña conversación entre dos mujeres, quienes le dicen que no vaya a la Costa de La Muerte. Tras una disputa con otro pasajero, que le pega un puñetazo, Martín pierde el conocimiento y aparece en el dormitorio de un hotel regentado por un recepcionista un tanto extraño. A partir de aquí los acontecimientos se desencadenarán de una forma insospechada.
Mi primera impresión sobre esta obra es que es caótica y consigue de algún modo llevar al lector a sentir la misma angustia y desesperación que siente el protagonista. En algunos momentos, su forma de escribir incluso me ha recordado a una de mis novelas favoritas, “After Dark” de Murakami, que en determinados momentos es tan caótica y desconcertante que no sabes muy bien qué estás leyendo.
Es una obra llena de simbolismos en la que las cosas más nimias, como un libro, se convierten en algo muy importante para su comprensión. Aún así, e incluso conociendo determinados detalles, en algunos momentos es un poco difícil entender qué intenta decirnos. Esto ayuda más a acrecentar esa sensación de agobio y de angustia que nos ayuda a comprender más Martín.
El personaje principal me ha gustado mucho, y creo que su evolución a lo largo de la obra está perfectamente orquestada con los acontecimientos que se van sucediendo. También me ha gustado mucho como toda la acción se concentra sin tregua en la parte final, sin dar oportunidad al lector de tomar un poco de aire. Sin embargo, creo que también provoca que sea aún más complicado de leer y entender todo lo que está sucediendo. En este aspecto me parece una obra poco explotada, creo que todos esos sucesos se podrían haber explicado con más calma, dándonos más pistas de cómo se siente el personaje principal y dejando al lector comprender mucho mejor todo. Aunque claro seguramente de este modo no se habría conseguido la atmósfera de angustia que el autor consigue perfectamente.
Un obra interesante cuánto menos, estaremos a la espera de nuevas publicaciones de este autor.