El único hombre vivo carece de la fuerza de atracción que suelen tener las novelas de género z
FICHA TÉCNICA
- Título: El único hombre vivo
- Autor: Mario Gómez Giménez
- Nº de páginas: 428
- Editorial: UNIVERSO DE LETRAS
- Idioma: CASTELLANO
- Encuadernación: Tapa blanda
- ISBN: 9788417926281
- Año de edición: 2019
- Plaza de edición: ES
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SINOPSIS
El día 28 de junio de 2019 el Hospital Clinic registra el ingreso de varios pacientes por una extraña enfermedad que parece ser la causante de varios altercados en las tranquilas calles de Barcelona. Tan solo doce horas después, el Govern de Catalunya sitia la ciudad siguiendo un misterioso protocolo de cuarentena. Reina el caos y el terror cuando la enfermedad se desata sin control por la ciudad, causando miles de muertes por enfrentamientos contra los infectados.
Alex Torrent, un joven policía de los Mossos d’Esquadra, luchará para sobrevivir en una ciudad conquistada por la supuesta enfermedad. Mientras, fuera de Barcelona, Eva Llull y su equipo de investigación periodística, tratarán de investigar la causa de los hechos, la desinformación de los medios de comunicación y las extrañas maniobras de los gobiernos detrás de esta trama para esclarecer la verdad.
Opinión de El único hombre vivo
Una novela de género z que por desgracia no me ha llenado. Me gusta bastante todo lo que tiene que ver con la temática zombie y por ello he encontrado cosas que no han llegado a parecerme coherentes, además de haber echado en falta otras. Como suelo decir para gustos los colores y aunque es una novela que parece gustar mucho a mí se me ha quedado floja y a continuación trataré de explicar por qué.
Una trama muy manida
Cierto es que encontrar originalidad hoy en día en este tipo de novelas es complicado y por ello si no se consigue ser original hay que intentar ser tan bueno como el resto o mejor. Este es el problema básico de esta novela. Nos presenta a Álex, un policía que ve con escepticismo cómo la población de Barcelona se vuelve loca a parte de casi inmortal.
Y aquí empieza el primer problema de la novela. Ese escepticismo puede entenderse hasta cierto punto pero yo he tenido la sensación de que la cultura zombie en general de todos los personajes es 0, cosa que me descoloca mucho. Hay una escena perfecta en la que el autor explica la forma de matar a estas personas y a mí me pareció incongruente que Álex en la siguiente escena de lucha no alentase a todos a apuntar a esa zona mortal para los zombies. Es más, son zombies al uso, de los que si te muerden estás contagiado y en ningún momento se hace mención a esa cultura que todos tenemos sobre estos seres.
Por otro lado tenemos a Eva, una periodista que está fuera de Barcelona y comienza a investigar, con los riesgos que ello conlleva, qué está ocurriendo allí. Esta podría ser la parte «original», sin embargo, he leído novelas en las que hay esta investigación y está mucho mejor llevada que la de Eva. Es una repetición continua de estructuras, llama a alguien, la cuelgan, la vuelven a llamar y sin tener por qué le dan una información fundamental. Otro problema con su trama es que al no ser el libro autoconclusivo debería haber acabado con algo que animase al lector a seguir leyendo y no sucede así a pesar de lo que ocurre.
Los personajes de El único hombre vivo
Este es otro problema de la novela, ninguno está bien construido y tampoco logra que el lector conecte con ninguno de forma que llegues a temer por él.
Por un lado Álex, que es el único que tiene evolución, tiene una evolución errática e incongruente. Creo que al ser policía ya esperamos una determinada forma de ser que pasa por querer ayudar a los demás antes de a sí mismo. No hay en todo el relato nada que deje entrever que a pesar de ser policía su forma de ser sea otra, no le pasa nada tan traumático como para cambiar esa forma de ser y sin embargo al final nos encontramos con un personaje que se ha trasformado de forma forzada y poco creíble.
Eva es un personaje totalmente plano. Es la misma de principio a fin de la novela por lo que tampoco tengo mucho que decir de ella. Un cliché de periodista sin más.
En un principio me pareció interesante que la parte de Álex estuviese en primera persona y la parte de Eva en tercera, como queriendo separar parte objetiva (investigación de Eva) de subjetiva (la visión de Álex en el infierno). El problema es que la parte de Álex no funciona porque apenas nos muestra lo que siente el personaje, no nos introduce en psicología y supongo que por ello también es más difícil entender el cambio que da.
El estilo
Y llegamos al último problema que tiene El único hombre vivo, su estilo. Y es que al igual que comentaba antes que la forma en la que Eva encuentra información es bastante repetitiva pasa lo mismo con las descripciones, descripciones que en ocasiones no son necesarias. El autor siempre hace lo mismo cada vez que introduce a un personaje nuevo, ya sea importante o un mero figurante lo que corta la narración y la hace poco fluida además de pesada.
Le falta ritmo, tensión, emoción. Las partes de Álex que te tendrían que tener con el corazón en un puño apenas tienen repercusión, apenas mueven al lector.
Lo único que me parecía interesante en un principio pero que al final se me hizo igualmente pesado fue esa velada crítica a la manipulación de los medios de comunicación, en la que habría sido muy interesante que ahondase pero queda solo como una mera anécdota en la que la culpa es de los gobiernos.
En resumen, hacer este tipo de reseñas me entristece mucho pero ya sabéis que suelo ser muy sincera, en todo caso es mi opinión del libro sin más y si os metéis en Amazon y otras plataformas veréis que tiene buenas críticas, pero a mí no me ha gustado. Es por ello que no puedo recomendarlo, creo que aquellos a los que os guste este tipo de literatura no os va a llenar, pero tal vez sí a aquellos que están empezando con el género.
Si os ha gustado esta reseña podéis encontrar más aquí.