Como recordaréis hace unas semanas subí una reseña de «Que el tiempo nos encuentre» de Teresa Viejo. Hoy tengo el honor de subir la entrevista que, amablemente, me respondió y en la que nos desvela cosillas de interés sobre su última novela.
1) Esta es su segunda novela, aunque antes ya había escrito varios ensayos ¿Qué es lo que le animó a cambiar de género? Y ahora que ha probado ambos ¿Con cuál se quedaría? ¿Por qué?
No es un cambio sino una evolución natural, el paso del periodismo a la narración a veces es paulatino y otras se produce como un salto sin red.
En mi caso tomé el tiempo suficiente para ir ganado solidez y seguridad; empecé incorporando pequeños relatos de situaciones cotidianas en los ensayos, virando mis artículos hacia lo que Juanjo Millás llama “articuentos”, y cuando encontré una historia suficientemente embaucadora (el desaparecido balneario de La Isabela) me animé a añadir ficción a la realidad.
Tengo la sensación de que mi camino me lleva a ir sacrificando hechos constatables para dejar volar la imaginación. Ahí es cuando disfruto como una niña.
2) Me llamó mucho la atención que la novela estuviese tan centrada en el mundo cinematográfico ¿Cómo surgió la idea de la novela «Que el tiempo nos encuentre?
Surge al descubrir la figura de Miguel Morayta y junto a él la de un grupo de españoles geniales que ayudaron a consolidar el cine mexicano de los años 40. Es una época muy desconocida pero tan interesante, tan evocadora y seductora, que me apetecía acercarme a ella. No sabía de cine más que la media de los mortales, menos aún de cine antiguo. Fue un reto.
3) Para realizar esta obra tuvo que documentarse antes ¿Qué fue mas duro, el proceso de documentación o el de unir ficción y realidad?
Confieso que trenzar realidad y ficción me resulta fácil; mis lectores comentan que logro un grado importante de veracidad y les resulta complejo marcar los límites entre una y otra. Me gusta ese juego perverso… me recuerda a esos montajes fotográficos donde nuestra imagen se cuela en un momento histórico, o junto a un personaje relevante: ¿si lo logra el Photoshop por qué no la imaginación?
La documentación de “Que el tiempo nos encuentre” fue lo más parecido a un encaje de bolillos, con muchos hilos y los palillos saltando por encima de ellos. Un proceso laborioso, intenso y largo.
4) El proceso de recogida de información suele ser bastante ardua ¿Le fue muy difícil obtener toda la información que necesitaba para escribir la novela?
Especialmente porque una gran parte de la trama sucede en un país que no es el mío y además en otra época. Mi exigencia ha sido mayúscula: en todo momento me decía “si lee la novela un mexicano tiene que sentirla como si la hubiese escrito un compatriota”; no podía equivocarme en el nombre de una calle, en una costumbre, en la ropa que llevaban o los precios de un billete de autobús. Pero ¡ojo!, no es una novela costumbrista porque “Que el tiempo nos encuentre” es una novela de emociones, de amor y misterio, un melodrama al uso, por tanto la documentación está pero no debe de verse. Esa era mi obsesión: que no se notara.
Fueron años de archivos, recopilación de películas antiguas, fotos, lecturas de lo más diversas. Y muchas conversaciones. Con gente del cine también.
5) Los escritores tendemos, a veces, a volcar parte de nosotros en nuestros personajes ¿Hay alguno de tus personajes con el que te sientas más identificada? ¿Por qué?
En muchos personajes femeninos hay algo de mí, más que en ningún otro trabajo. Tengo cosas de Aurora, reacciones de Edwina, la idea del amor de Berta. He vivido situaciones en mi vida profesional como las salidas de tono de Lupe Vélez en los estudios cinematográficos, en ese sentido el falso “star system” de la televisión guarda mucho en común con el de las estrellas de entonces.
6) Hay ocasiones en que los escritores sufrimos el síndrome de la página en blanco, los llamados bloqueos del escritor ¿Te ha pasado alguna vez? Si es así, ¿qué sueles hacer para superarlo?
Claro que sí, pero me fuerzo a escribir. La inspiración suele ser tenaz y al final se abre paso. He comprobado que cuando eso sucede es porque en tu cabeza están ocupando demasiado terreno las preocupaciones cotidianas, o el trabajo diario, o algunos asuntos de nuestra vida personal, por tanto lo que hay que hacer es domarlos y tratar de confinarlos en algún sitio donde no molesten. A mí me ayuda el ejercicio físico para concentrarme, en especial andar. Algunas ideas se me han ocurrido así.
7) Por último, creo que a todos nos gustaría saber si tienes algún nuevo proyecto en mente del que nos puedas adelantar algo.
Estoy inmersa en mi tercera novela, que me tiene muy ilusionada. Una historia llena de pasiones y con un toque de misterio potente. Espero no defraudar a mis lectores con ella.
Espero que os haya gustado la entrevista. Quiero dar las gracias a Teresa Viejo por ser tan accesible y dejarme robarle unos minutos para contestar estas preguntas. No sé vosotros pero yo ya estoy deseando leer su tercer novela 😀