Antología solidaria «54 corazones tras la esperanza»

 12316493_577911492356077_40326512799258512_nHoy os quiero recomendar un libro solidario para estas fiestas, para vosotros o para que lo regaléis. Se trata de «54 corazones tras la esperanza» en el que varios autores han cedido sus relatos para ayudar a un niño, Álex López, que padece una enfermedad de las consideradas raras, Sturge Weber.

Así que no lo dudéis, en estas fechas más que nunca debemos ser solidarios y recordad que no hay nada más hermoso que la sonrisa de un niño y podemos lograr que Álex siga sonriendo por solo 4,71€ ¿Ayudas a Álex a continuar sonriendo?

Sinopsis

«Esta antología es muy especial, es la fusión de 54 corazones latiendo, soñando y volando con el fin de poder ayudar a la escritora Samy y a su hijo Alex…
Es un despertar de las musas buscando de alguna manera llegar a vuestros hogares y a través de pensamientos, poesías, cuentos y relatos, dar apoyo a ellos que en este momento tanto lo necesitan.
El lector en cada página de éste libro encontrará una historia diferente para soñar, Samy encontrará un rayo de luz que le dé una esperanza y la apoye a seguir enfrentando lo que la enfermedad de un hijo significa.»
Cecilia Pérez

«Escribir puede ser producto del interés en comunicar experiencias, emociones, puede ser un panfleto político, una intriga, un sueño, una utopía; puede ser fruto del rencor o del amor, pero en todo caso es siempre de alguna manera una expresión de un ego que quiere decir algo.
Cuando estamos frente a una antología, donde participan nada menos que cincuenta y cuatro autores, podemos esperar encontrar un poco de todo eso, pero en este caso, mas allá de que los estilos son muy diversos, cada palabra, cada párrafo, cada poesía, cada relato, es aquí, antes que nada, un acto de amor.
Eso es así porque fue inspirado en un acto de amor, en la actitud solidaria de mucha gente que siente como propio el sufrimiento ajeno, que siente empatía por alguien que lucha por la vida y que desbordada por las circunstancias necesita ayuda.
Sería muy fácil ponerse en actitud crítica, decir que no existe un hilo conductor, que no existe unidad temática, decir que hay una gran diversidad de estilos; pero estamos seguros de que así como se escribió como un acto de amor, será leído como un acto de amor, rescatando su riqueza en la diversidad, sus giros geniales, sus sutilezas y aciertos, antes que sus posibles faltas.
Los invitamos entonces a recorrer sus páginas y disfrutar de una buena lectura.»
Eduardo Abenia
Entre dones e inexorables – Eme E de Kelly
Un viaje Inolvidable – Simplicio P.
Cuando Jane abrazó a Conchita – Neko Vidal
Un viaje Iluminado – Julian Aronin
Crucifixión – Diego Vidal
Pensamientos – Nicolas Andreoli
El juego – Deborah Luzige
Cuéntame – Deborah Luzige
La gran maqueta – Mariel Ruggieri
Mi lugar – Mariel Ruggieri
Entre ellos mi infancia – Maria Laura Gambero
Arrullo de amor a la orilla del río – Fernando Licio
Tintas de amor – Fernando Licio
Danza – Mercedes Cobas
Votos matrimoniales – Edwin Vergara
La Amó – Jarhat Jisela
No me Rindo – Jarhat Pacheco
No necesito – Poetisa Loca
Un nuevo comienzo – Susana Oro
Regalo de Aniversario – Lina Perozo
La reina del baile – Ivanna Ryan
Vacaciones de ensueño – Grace Lloper
La chica nueva – Emma Sheridan
Tras los pasos de la verdad – Silvia Sandoval
Lata de amor – Julianne May
Tu nombre en las nubes – Brianna Callum
No juegues conmigo – Freya Asgard
Un reencuentro a escondidas – Melina Rivera
Abandono tu mundo – Valeria Cáceres B
La navidad de Savannah – Marisa Citeroni
La carta que jamás llegará a destino – Ninoshka Godoy
Terapia – Hilda Rojas Correa
Miradas con recuerdos – Margot Recast
Y quizás no – Clau de Vesta
Huellas de nuestra historia – Kathia Iblis
Puerto de amor – Loli Deen
Un libro y un café – Gabys Marzoratti
En el subterráneo – Mimi Romanz
Esta es la última vez que te quiero – Kris Buendia
Click de amor – Claudia Cecilia Gomez
Deseo turbulento – Vane Spinelli
Dulce espera – A.g. Keller
Sid y Nancy – Karina Reisberger
Perdón y olvido – Mónica Chiang
Dime que sí – Susana Mohel
Día de furia – Mia Del Valle
¿Crees en el amor a primera vista? – Conti Constanzo
El olor de las naranjas a la hora del desayuno 2 – Isabel Acuña C
Una promesa se cumple – Rosa Acántara Menéndez
Ocurrió en Arundel – Scarlett Butler
Tómala – Elena Bowen
Navidad al estilo Gabriel Gómez – Eva P. Valencia
Rápido y Furioso – Liberty Young
Atada a la Sombra – Sofía Rivero
El que juega con fuego… – DiVi Na
Entre sueños – Martina Bennet
Un puente entre nosotros – Marta D’arguello

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La red social (2)

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Odiaba aquel lugar con toda su alma. Le traía muy malos recuerdos, le horrorizaba el paisaje con aquellas piedras cinceladas que parecían burlarse de ella cada vez que pasaba por su lado recordándole a cada instante lo frágiles y delicados que éramos y lo corta que era nuestra estancia en este mundo.

Solo por él hacía aquello cada primer domingo de mes. Lo había querido tanto… Nada de aquello había sido justo. Si existía un Dios era un maldito bastardo que no hacía más que jugar con ellos. Siempre había sido muy devota, pero su fe había hecho aguas en los últimos tiempos, demasiados contratiempos, demasiado dolor como para mantenerla intacta.

Llegó a aquella maldita piedra que la recordaba que ahora estaba totalmente sola en aquel asqueroso y sucio mundo. «Raúl Borrajas Ruíz, por siempre en nuestros corazones», rezaba en la inscripción que odiaba más todavía. Allí, marchitas, estaban las rosas que había llevado el mes anterior ¿Para qué se molestaba? Él no iba a saber si le llevaba o no flores, pero le parecía inadecuado ir allí sin nada. Lo había hecho una vez y se había sentido totalmente observada en aquel vacío y tenebroso lugar. Miles de ojos invisibles la habían escrutado y juzgado por aquel atrevimiento, por lo que nunca volvió a aparecer por allí sin ninguna ofrenda en las manos.

Se arrodillo lentamente en la húmeda y fría tierra mientras una lágrima caía por su rostro. Lo había amado con toda su alma hasta el último día de su vida, en el que su alma se había ido también con él convirtiéndose en una mujer taciturna y antisocial que lo único que esperaba cada día era que llegase su hora para reunirse con él donde quiera que estuviese.

Unos ruidos en una fosa abierta que estaba allí al lado llamaron su atención. Seguramente algún animalillo se había metido en aquel agujero y ahora no podía salir. Se lo diría después al sepulturero para que lo sacase y no muriera de hambre o sed.

Volvió a concentrarse en la lápida de su marido. Quitó las rosas marchitas y colocó un par de blancas y orgullosas orquídeas. Al hacerlo, el recuerdo de su boda golpeó su mente haciendo que se tambalease sobre las rodillas. Instintivamente levantó la mano y miró su alianza que aún brillaba impoluta. Habían tenido muy poco tiempo. La vida no había sido justa con ellos, les había arrebatado las ilusiones y las esperanzas de un plumazo en solo unos años.

De nuevo un ruido en el agujero donde debía estar el pobre animal atrapado llamó su atención. Miró hacia el lugar en el que se encontraba la caseta en la que solía estar el sepulturero. Se levantó dispuesta a pedirle que mirase qué había en aquella fosa cuando la curiosidad la paró en seco. Sonaba… sonaban como golpes amortiguados y débiles sonidos agudos que no era capaz de identificar. Dio la vuelta sobre sus pies y fue a asomarse al interior del agujero. Al ver lo que había dentro el horror le hizo dar un pequeño grito que despertó a algunos oscuros y alados habitantes de aquel maldito lugar que haciendo un escandaloso ruido de batir de alas salieron huyendo.

Un blanco ataúd de madera descansaba en el fondo y era de dentro del mismo de donde salían aquellos extraños sonidos. Aterrorizada, corrió a la caseta del sepulturero. Ambos fueron a toda prisa hacia allí. El hombre bajó hasta la caja sintiendo como si el corazón fuese a escaparse de su pecho y justo cuando sus manos acariciaban la madera del cajón para abrirlo un horrible y desgarrador grito salió del interior rasgando de nuevo el silencio del camposanto.

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Nuevo libro de Roberto Pérez Muñoz!!

10Seguro que os suena el nombre de este escritor porque ya he hecho varias reseñas de sus libros «La ley del más fuerte» y «La ley del Talión» además de una entrevista. Ahora nos sorprende con una pequeña antología llamada 10 (3+2+5) en el que encontraremos tres relatos, dos microrrelatos y cinco poemas, de diferentes géneros.

Si queréis haceros con él no dudéis en hacer clic en este enlace 10 (3+2+5) en donde, además de la posibilidad de bajároslo de forma totalmente gratuita, os lo podéis bajar desde  Lektu mediante Paga si te gusta o Pago social.

No lo dudéis, yo ya me he hecho con él y en cuanto pueda leérmelo escribiré una reseña sobre él.

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