Como un flan

Conociendo a Patry Jordan (Gymvirtual.com)

La entrada de hoy es un tanto especial y, lo confieso, no tiene que ver con literatura, pero no hay que olvidar que, además de cultivar la mente, hay que cultivar también el cuerpo.

Si os soy sincera, yo odiaba hacer deporte en el colegio. Todo el año sin hacer nada y de repente un día te decían que tenías que correr 3 kilómetros, o saltar vallas o vete tú a saber. Cuando empecé la universidad, después de haber perdido casi 6 kilos por estrés en segundo de bachillerato, no me encontraba muy bien. Cada dos por tres me daban bajadas de tensión, me sentía cansada, y decidí, arrastrando conmigo a mi madre, apuntarme a un gimnasio a hacer aerobic. Creo que fue la mejor idea de mi vida, desaparecieron las bajadas de tensión y me sentía mucho más activa.

Cuando me emancipé tuve la suerte de que en el piso en el que vivo con mi marido tiene un gimnasio abajo, el problema, que a mí el ponerme a correr en la cinta, o con la bici o en la elíptica no me motivaba. Estaba acostumbrada a clases dirigidas con música y sin máquinas. Además, no me sentía cómoda, así que, empecé a mirar vídeos de gimnasia por internet o a bailar zumba con la Xbox, lo cual teniendo en cuenta el tamaño de mi salón es una tortura porque no hay espacio para que la cámara te vea bien.

Un día me topé con un video de Patry Jordan. Yo ya la conocía de su canal Secretos de Chicas y me animé a ver cómo eran sus videos. Al final del primero hablaba de una página, Gymvirtual.com, en que estaban colgados todos los videos y además unos calendarios en los que se establecían las rutinas de cada día. Para mí aquello fue como ver la luz. Llevo ya casi 8 meses entrenando con ella y os puedo decir que es una maravilla y ya no es solo que me sienta más vital sino que al fortalecer la musculatura estoy corrigiendo mi postura y camino mucho más erguida.

Hoy Patry Jordan venía a un evento de L’Oreal y decidí ir a verla. Sabía que me iba a poner nerviosa, es algo que siempre me pasa no sé por qué. Ya me pasó con Dolores Redondo, a la que lo único que fui capaz de decirle fue «¿Una foto?», y casi en un susurro y con apuros, con lo cual, hoy estaba como un flan. Os puedo decir que es un encanto, simpática, alegre… Vamos, tal y como se ve en sus videos. Eso sí yo he salido de allí temblando ja, ja, ja, soy un caso qué se le va a hacer, estaba muy nerviosa.

Yo os animo, si queréis empezar a poneros en forma, a que deis una oportunidad a Gymvirtual.com.

Mens sana in corpore sano.

¡Yo puedo con todo!

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